De acuerdo a las últimas mediciones, la indumentaria experimentó una baja en sus precios durante el mes de enero. Gustavo Ludmer, experto en desarrollo económico, explicó a Sudamericana que este comportamiento responde a factores estacionales y al incremento de productos importados.
El sector textil argentino experimentó una baja de precios en la indumentaria durante el mes de enero, con una caída del 0,7%, de acuerdo a las últimas mediciones. Según el economista Gustavo Ludmer, este comportamiento de los precios está relacionado principalmente con un fenómeno estacional, habitual en los cambios de temporada de la industria textil.
De este modo, el especialista aseguró: “La indumentaria tiene un comportamiento muy estacional. En el lanzamiento de las temporadas de primavera-verano y otoño-invierno, suele haber un aumento de precios al inicio debido a la llegada de las nuevas colecciones, pero luego, a medida que avanza la temporada, comienzan las liquidaciones”, explicó a Sudamericana.
El economista también señaló que este patrón de precios es recurrente en varios productos, no solo en la indumentaria, y que el INDEC agrupa este tipo de bienes como “productos estacionales”. Asimismo, destacó que lo mismo ocurre con las verduras o productos como la lechuga, “cuyo precio también varía según la temporada”, dijo.
A lo largo de los últimos años, el precio de la ropa en Argentina también se vio influenciado por el aumento de productos importados, lo que provocó una competencia con los productos nacionales. “El mayor ingreso de productos importados termina bajando el nivel de precios en comparación con algunos insumos y productos nacionales”, señaló el especialista. Además, indicó que la falta de competitividad en la economía argentina, que afecta no solo al rubro textil, también tiene un impacto en otros sectores.
Ludmer también analizó el comportamiento del mercado textil argentino en el contexto de la apertura económica y destacó que los consumidores se han visto atraídos por la posibilidad de comprar ropa a precios más bajos en países vecinos, como Paraguay y Brasil. “En las zonas fronterizas, muchos consumidores prefieren comprar ropa en estos países donde los precios son más accesibles”, agregó.
El economista destacó que las prendas producidas localmente también enfrentan altos costos debido a políticas comerciales proteccionistas, que establecieron en su momento, aranceles elevados y restricciones en las importaciones. “El sector textil tiene una alta protección arancelaria con respecto al resto del mundo, lo que ha dificultado la competitividad de los productos nacionales”, explicó.
En cuanto a las expectativas para los próximos meses, Ludmer anticipó que febrero podría seguir con una tendencia a la baja en los precios de la indumentaria. “Febrero será un mes de precios bajos, incluso podría caer más, pero en marzo, con la llegada de las nuevas colecciones, los precios comenzarán a subir nuevamente”, explicó.
Asimismo, se refirió a la importancia de la competitividad para mejorar los precios en la economía argentina. “Este fenómeno no solo afecta a la indumentaria, sino que es un patrón generalizado en muchos sectores. La apertura económica, sumada a la alta inflación y el tipo de cambio, son factores que impactan en la competitividad de los productos nacionales”, sostuvo el especialista.