El rosarino inició el partido como suplente, pero apenas ingresó cambió el curso del juego. Generó la acción del 3-2 y anotó tres tantos seguidos para dejar las cosas 6-2
Lionel Messi dejó atrás su triplete con la selección argentina ante Bolivia por las Eliminatorias Sudamericanas y regresó a los Estados Unidos para colocarse el chip del Inter Miami en la recta final del calendario en la Major League Soccer (MLS). A pocos días de esa deslumbrante actuación, la Pulga inició como suplente de las Garzas en su cruce contra New England Revolution, pero ingresó en el segundo tiempo para dejar su huella en un partido que terminó 6-2.
El argentino se ganó una ovación ya cuando realizaba el calentamiento, pero el aliento fue mayor cuando segundos después de ingresar (a los 56 minutos) creó la jugada que terminó con el 3-2. Apareció por la puerta del área, la pinchó para Jordi Alba, quien jugó al medio para que Benjamín Cremaschi la empuje.
Pero lo mejor quedaba para el final. En apenas once minutos anotó un hattrick. A los 77 recibió un pase de taco de Luis Suárez (autor de los dos primeros tantos), le amagó a su marcador y sacó un potente remate inatajable para el arquero Aljaz Ivacic. A los 80 escapó al defensor rival, Alba lo vio justo y Leo definió para poner el 5-2.
Quedaba espacio para otro grito más, esta vez a los 88 minutos y tras una genial jugada con Leonardo Campana y Luis Suárez. El rosarino jugó con el ecuatoriano, que la picó para la irrupción del uruguayo: Lucho la tiró al medio de primera y Messi la empujó.
El campeón del mundo con la Selección volvió a convertir con la franquicia norteamericana 17 días después de anotar un doblete en el triunfo 3-2 ante Columbus Crew. Ahora, tiene 20 goles en la MLS y permanece a 3 de distancia del máximo anotador del campeonato, Christian Benteke, del DC United (23). Además, según las estadísticas aportadas por el torneo, permanece en el Top 5 de asistidores con 16 pases gol, a 3 del líder y compatriota, Luciano Acosta, del Cincinnati.
Sin embargo, lo más importante es que se bordó un récord más a su carrera: es el máximo goleador en la breve historia del Inter Miami. Con 33 anotaciones en 36 juegos, superó a su actual compañero Leonardo Campana (31), que a su vez hace un tiempo había logrado romper la marca del argentino Gonzalo Higuaín (29).
En el plano general, Lionel Messi llegó a los 849 goles (y 377 asistencias) en 1078 compromisos y está a 58 gritos de igualar a Cristiano Ronaldo (907 tantos en 1245 partidos) como el jugador más anotador en la historia de este deporte. Vale recordar, Leo acortó distancia con CR7 durante la última jornada de Eliminatorias después de sus tres goles (y 2 pases gol) en el Estadio Monumental. Ese nivel le permitió adueñarse del segundo puesto en soledad como futbolista con más celebraciones en selecciones (112), dejando atrás al iraní Ali Daei (109). El Bicho lidera el registro con 133 en 216 duelos con Portugal.
Luego de esa actuación con la Argentina, el 10 fue condecorado por ser el jugador más laureado de todos los tiempos con 102 galardones a nivel colectivo e individual. Recibió el premio “América Ward, homenaje a Leo” entregado por el diario español Marca, que hizo hincapié en sus logros, como sus 8 Balones de Oro y 6 Botas de Oro sumado al hecho de ser el máximo goleador de la Primera División en España y el artillero top en el historial Albiceleste.
En charla con Juan Ignacio Gallardo, director del matutino, el rosarino reflexionó sobre las constantes ovaciones recibidas en cada visita a suelo argentino: “Amo lo que hago, disfruto de estar dentro de una cancha. Hace poco me tocó estar en Argentina, la gente coreando mi nombre un Monumental lleno. Eso es lo máximo, luché mucho y pasé malas en Argentina para vivir este momento y hoy lo disfruto más que nunca. Uno se emociona mucho más y valora más cosas que antes no lo hacía. El amor que tengo por este deporte me lleva a estar siempre al máximo”.