MARTÍN LOUSTEAU “NO REPRESENTA AL RADICALISMO DEL INTERIOR” Y APUESTAN A SU FIN POLÍTICO

Buena parte del radicalismo detesta a Martín Lousteau, sobre todo los representantes del interior, que creen que él solo persigue intereses personales.

El popular dicho comúnmente utilizado por los dirigentes y partidos políticos de “se dobla pero no se rompe” quedó totalmente pulverizado si de la Unión Cívica Radical se trata. La UCR está rota, detonada, y la crisis es tal que perforó todos los rincones del espacio. Nadie tiene claro cómo será el futuro radical, pero hay un nutrido grupo que sí tiene una certeza: uno de sus grandes problemas se llama Martín Lousteau.

Una manzana podrida pudre todo el cajón, y algo más o menos así es lo que le adjudican al hoy presidente del radicalismo, Martín Lousteau. Un sector de la UCR cree que muchos dentro del espacio se han contagiado del “lousteísmo” y que el síntoma principal de esa enfermedad es padecer el “todo por cargo”.

No es una teoría descabellada si nos remitimos a los antecedentes -incluso recientes- que demuestran que hay algo de podrido en esa manzana. Martín Lousteau ha desfilado y formado parte de varias esferas de poder según su conveniencia: fue funcionario de Felipe Solá, ministro de Economía de Cristina Kirchner, embajador de Mauricio Macri, entre muchos otros cargos que lo mantienen dentro de “la casta” desde hace, por lo menos, hace 20 años.

La CSJN rechazó reclamo de la UCR y medio de prensa

Con esos datos hay quienes están convencidos que Lousteau solo persigue intereses personales, y por ende, no representa los valores de la Unión Cívica Radical, y mucho menos al radicalismo del interior.

Martín Lousteau: ¡A F U E R A!

En ese contexto, hay quienes confían que al sacar del cajón a la manzana que pudre al resto, la UCR podría recuperarse de la severa crisis de identidad que viene registrando desde hace tiempo y que por estas horas ya ni siquiera sabe cómo manejar.

En estos últimos días el radicalismo fue noticia por el descalabro que hay dentro del espacio (el partidario, el legislativo y el político/electoral) que dejó como resultado cuatro diputados nacionales sancionados y acusaciones cruzadas entre sus propios miembros. Hablando mal y pronto: todo un papelón.

Sin embargo, “la buena noticia” para muchos radicales es que falta poco para la renovación del partido/espacio; y hay quienes se ilusionan con el fin de la carrera política de Martín Lousteau, al menos cerca del radicalismo. La presidencia de la UCR es de dos años. Es decir, tiene hasta diciembre de 2025 para “liderar” el espacio, tiempo que justo coincide con su misión en el Congreso, ya que se le termina el mandato en el Senado.

El interior se planta

El radicalismo del interior es el que lidera esta idea, ya que consideran que el partido debe ser “federal de verdad” y no centralizado en el AMBA con personajes como Lousteau. Incluso, aseguran que “los datos” demuestran que la UCR en el resto del país “es exitosa y gestiona”, pero que por tener “manzanas podridas en capital” se les ha dificultado conseguir un liderazgo verdadero que les acerque el objetivo que desde hace rato no pueden lograr: que la UCR tenga un candidato presidencial.

De todos modos, hay otro sector que si bien no está contento con el trabajo de Lousteau dentro del espacio, consideran que no es prudente “taladrar hacia adentro el partido” y prefieren “esperar sin matarlo públicamente” y luego hacer un reordenamiento con la madurez política necesaria. “No solo está Lousteau, también están los Manes de la vida”, ironizan desde el espacio.

El sancionado Luis Picat

Con el partido detonado, hay muchos de sus miembros que no hablan públicamente pero “en OFF” le echan leña al fuego para que la prensa sepa que en el radicalismo está todo mal. Aún así, hay quienes dan entrevistas sin problemas. Tal es el caso del diputado nacional Luis Picat, que en diálogo con Urgente24 reiteró que en el interior Lousteau no es querido.

Luis Picat fue uno de los radicales que ayudó con su voto para sostener el veto del Presidente, lo que le costó el repudio de sus pares, sanciones y una gravísima acusación de Martín Lousteau: “Traicionó a los jubilados a cambio de beneficios personales”, denunció.

De todos modos, A Picat lo tiene sin cuidado lo que diga el senador, y cree que, probablemente, cada ladrón juzga por su condición. Pero lo que sí quiso dejar claro es que “lo que representa Lousteau no es lo mismo que representa el radicalismo del interior”.

“Yo estoy convencido de lo que hice y lo volvería a hacer (por el veto), lo único que me incomoda son las diferencias tan antagónicas que tenemos dentro del bloque y dentro del partido; porque lo que representa a Lousteau no es lo mismo que lo que representa la UCR de las provincias, del interior”, dijo.

– ¿Qué representa Lousteau?

– “Para mí, personalmente, ya solo con la resolución 125 en contra del campo, de un ministro que pertenecía al kirchnerismo, eso es suficiente. Nosotros siempre estuvimos en el otro lado de la calle y de la vereda con respecto a esa ideología. Evidentemente tener a una persona conduciendo el radicalismo que tiene esa historia… y bueno, a veces es hasta incomprensible entre nosotros”, respondió Picat.

En esa misma línea, aseguró que Lousteau no tiene liderazgo dentro de la Unión Cívica Radical y que quiénes responden a él son “los conformistas” que se acoplan “a que le den un cargo en tal lugar, en tal organismo o en tal universidad”, disparó.

La “buena base de la UCR”

Picat también fue consultado por U24 respecto de la crisis de identidad que atraviesa al radicalismo y cómo van a salir de ella. Y si bien admitió que hay tal crisis, consideró que hay “una buena base” que será la encargada de resucitar a un espacio que hoy deja mucho que desear.

“Es cierto lo de la identidad, pero también creo que hay todavía una muy buena base que en algún momento la sociedad la va a reconocer más”, dijo, y siguió: “Reconocer esa base que está en los gobernadores de buena gestión, en los integrantes de buena gestión, por lo menos yo conozco en dos ejemplos, en Córdoba y en Corrientes, que son dirigentes austeros, que tienen equilibrio fiscal, que pueden hacer obras con sus propios recursos”.

“No creo que ahí (en AMBA) haya una muy buena base. La verdad es que desde la Capital Federal o el centro político del país no lo estoy viendo. Por eso creo que hay personas y gestiones que se van a valorar más adelante y posiblemente, a través del tiempo, algunos de ellos pueden llegar, porque lo que nos está faltando son los candidatos a Presidente”, opinó.

Por último, hay quienes hablan desde sus redes sociales, y en medio de todo el desorden radical, uno de sus líderes, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, pidió en los últimos días que sus miembros dejen de comportarse “como una agrupación universitaria”.

“Le pido a las autoridades del partido que asuman la tarea de conducir, no que sean la voz de una facción”, sentenció.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *