CAUSA DERRUMBE: JUEZA EXPLICÓ EL MOTIVO DE LAS CONDENAS

La Dra. Cynthia Teresita Godoy Prats es una de las integrantes del Tribunal que emitió las condenas contra dos de los tres imputados en la Causa Derrumbe, junto a sus pares Raúl Juan Carlos Guerín y Ana del Carmen Figueredo. En charla con Sudamericana, la magistrada explicó por qué Marcelo Mayer y Walter Bruquetas recibieron penas de tres años y se absolvió a Carlos Valenzuela.

Cynthia Godoy Prats es una de las integrantes del Tribunal y explicó que “el responsable es Bruquetas”. Recordó que los delitos culposos tienen penas menores que los dolosos y que “no es que se buscó deliberadamente un resultado en el que muriera gente, sino que es estrictamente culposo”.

Apuntó que en este caso las penas máximas eran de 5 años de prisión y que “se debe hacer justicia con una proporcionalidad de penas revisando en cada caso”. En el caso de los tres imputados, destacó que “no se escaparon, no pusieron trabas al accionar de la justicia y no tuvieron comportamientos negativos, es más se presentaron siempre que se los requirió, incluso antes de que empiece el juicio”.

Explicó que la responsabilidad por el encofrado que se derrumbó es del ingeniero Bruquetas, no de Marcelo Mayer. Reconoció que “quizás pudo no darse cuenta de que el encofrado estaba mal hecho, pero sí pudo ver que sus trabajadores no tenían anclaje y que no había un especialista en seguridad e higiene en la obra”.  

Respecto de la absolución de Carlos Valenzuela, apuntó que “él trabajaba para Bruquetas, si bien llevaba trabajadores a la obra y les indicaba como cumplir sus labores, no es que hubiera construido el encofrado”. Agregó que al momento de la colocación del tanque de agua, el responsable del trabajo era otra persona de apellido Zacarías y la empresa que hacia el hormigonado.  

Por ello, la magistrada reiteró que quien no estaba en ese momento en la obra era responsable en general del trabajo, es decir el ingeniero Bruquetas. Apuntó también que en enero se había vencido el contrato con el experto en seguridad e higiene de la obra y que no se había renovado, por lo cual es otra de las faltas que cometió el ingeniero a cargo, de no contar con quien “se hubiera dado cuenta de que había personas a 30 metros de altura sin anclajes de seguridad”.

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